Me estremezco de arriba abajo al verme tan frágil emocionalmente, tan torpe, tan sosa, tan fría y seca, tan boba y fea, tan simple, aburrida y absurda…
Y miro hacia el cielo y no imagino, y no pienso. Ya no leo; ya no vuelo entre los versos ni buceo en las estrofas; ya no dibujo el sonido de las carcajadas, ni huelo las olas de mar rompiendo en el acantilado; ya no noto en mis manos la madera carcomida y marchita del trampolín que me llevaba a las tibias aguas de aquel mar de sol y sal; ya no saboreo la suavidad del carboncillo sobre mi bloc de dibujo.
Ahora corro por las calles y tropiezo con los adoquines levantados, r